Pequeño homenaje al vino
Nubla mi mente tu ilustre presencia,
fuego sobrio que bautizó mi alma,
oro de los tiempos ya perdidos
retorna tu recuerdo en tu elegancia.
¿Cuantos dejaron de odiar a su enemigo
y ver en el a un simple mono perseguido?
No existen versos que describan tu misterio,
y mi mente dulcemente aniquilada retorna a su fría morada
y mi alma en furia desatada abraza al mundo y al hermano.
¡Vino! Esencia de imperios olvidados.
Tú nos igualas.
Nubla mi mente tu ilustre presencia,
fuego sobrio que bautizó mi alma,
oro de los tiempos ya perdidos
retorna tu recuerdo en tu elegancia.
¿Cuantos dejaron de odiar a su enemigo
y ver en el a un simple mono perseguido?
No existen versos que describan tu misterio,
y mi mente dulcemente aniquilada retorna a su fría morada
y mi alma en furia desatada abraza al mundo y al hermano.
¡Vino! Esencia de imperios olvidados.
Tú nos igualas.
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