jueves, 27 de agosto de 2020

Franz Schubert, el dolor trascendido.

Franz Schubert, el dolor trascendido



Retrato del compositor, por Leopold Kupelwieser



Después de la apasionante lectura del libro sobre Beethoven de los autores Jean y Brigitte Massin (click aquí para acceder al artículo), conocimos de esta última escritora e historiadora su biografía sobre Franz Schubert. Fue un grato descubrimiento para nosotros la música de este compositor, apenas un desconocido y poco comprendido. Tan solo unas pocas obras suyas fueron estrenadas y publicadas, conociendo la luz pública sobre todo los lieder y las pequeñas piezas para piano. Otras obras de igual importancia continuaron en el anonimato para sus contemporáneos. Como fue en el caso de su obra sinfónica, camerística (cuartetos, tríos, quintetos) , misas, etc 

Lo cierto es que en la  música de Schubert, se puede encontrar una obra llena de profundidad, por momentos muy íntima e introvertida, a veces rozando lo trágico, lo oscuro... Por supuesto que los editores estaban recelosos en publicar el trabajo de Schubert pues alegaban que no sería del todo del gusto de la época y por lo tanto, con poca salida comercial como siempre pasa en las modas y en lo popular, más dado a música de divertimento y evasión. Y es que la  música de Franz era muy profunda. 

Es el mismo compositor quien dice:

"Hasta ahora las cosas van mal con Leidesdorf, no puede pagar, nadie compra nada, ni mis obras ni la de los demás, aparte de las miserables mercancías a la moda"

"Si se pudiera hacer algo honesto con los mercaderes del arte, pero la sabia y bienhechora organización del estado ha velado ya para que el artista sea el eterno esclavo de estos miserables comerciantes", se lamenta en una carta a sus padres.


Dice Brigitte Massin en su obra: 

"Entre el absoluto desconocimiento de sus contemporáneos hacia su música instrumental y la proyección del personaje a un universo considerado como humanamente no válido, hay una evidente relación, y el deseo por una parte, de minimizar a Schubert tanto en su aspecto de creador como en su vida. Si el músico no es más que un compositor de lieder ignorante y libertino, no hay por qué llevar más lejos ni el conocimiento de su vida ni el de su obra, ni hay por qué investigar los motivos del desacuerdo entre el artista y la sociedad de su tiempo. Si Beethoven estaba loco, Schubert era un depravado, y por ello nunca fueron felices: C.Q.F.D. Quédense tranquilos los filisteos que siguen ignorando la individualidad del hombre y el valor de la obra tanto como la realidad que envuelve al artista"

De hecho, así es. En torno a muchos compositores se han creado leyendas, algunas sin base ninguna o basadas en hechos reales muy exagerados. Recordemos en torno a Mozart el tópico de un adulto eternamente infantil (Nada más hay que ver el largometraje Amadeus), o Beethoven, como un loco huraño, misantropo y malhumorado; Schubert, un tímido juerguista, con su música no comprometida  para acompañar veladas de colegas donde el alcohol circulaba a sus anchas. Por supuesto, eran tiempos difíciles, muy difíciles para el artista que se quería consagrar a su obra. En la Viena contemporánea de Schubert, además de las invasiones napoleónicas que el compositor vive en su infancia interno en un colegio, asume el poder Metternich que impone al país un estado policial de vigilancia y censura, donde muchos pensadores y artistas eran detenidos por su ideología liberal. Además de las dificultades económicas y la incomprensión del público y los editores, Schubert contrajo sífilis, una enfermedad venérea muy común en la época. El tabú que imperaba sobre la sífilis, en Schubert fue una herida abierta, que le causó un hondo sufrir. Otros en su época habrán asumido mejor y sin tapujos el peso de la enfermedad ante los demás; pero para Schubert además del daño físico fue un daño a nivel espiritual. Y muchas de sus últimas obras hay que tratar de comprenderlas desde ese dolor e impotencia, pero sobre todo de lucha incesante. 

La dificultad de Schubert para integrarse en el universo que le rodea y su profundo desencanto se traducen en estas palabras a su amigo Kupelweiser:

"En una palabra, me siento como el más desgraciado y el más miserable de los hombres de este mundo. Imagina un hombre cuya salud ya jamás volverá a ser buena (...) Imagina un hombre, digo, cuyas mayores esperanzas han quedado reducidas a nada,  a quien la felicidad del amor y de la amistad sólo le ofrece el mayor dolor..."




An die Musik (A la Música)
"Oh, arte benévolo 
en cuantas horas sombrías,
cuando me atenaza el círculo feroz de la vida,
has inflamado mi corazón con un cálido amor,
¡Me has conducido hacia un mundo mejor!"


Su íntimo amigo Bauernfeld lo describe así: 

"Desde luego Schubert no poseía una formación académica propiamente dicha. Sus estudios apenas sobrepasaron el nivel del instituto y fue durante su corta vida un autodidacta (...) No dejaba tener experiencia en literatura , y el arte y la ciencia con que interpretó de forma poética  y viva individualidades tan diferentes como las de Goethe, Schiller, Mayrhofer, Walter Scott... metamorfoséandolas en nueva carne y nueva sangre.
Esta "palingenesia" del canto sería suficiente para probar , sin necesidad de ir más lejos en el conocimiento de su persona, en qué profundidades del sentimiento y en qué finura y delicadeza del alma tiene su fuente una inspiración tal. Quien comprende a un poeta, él mismo es poeta.
El que es un poeta y se divierte aquí y allá con sus amigos  y semejantes está lejos de ser un salvaje borracho. Este salvaje se entregaba con frecuencia a las más serias lecturas; tenemos extractos  de textos históricos, incluso filosóficos- su diario contiene sus propios pensamientos, casi siempre profundamente originales, así como poemas- Por otra parte, sus amistades predilectas eran artistas y personalidades próximas por su espíritu a los artistas. Sentía por el contrario una verdadera timidez ante las personas vulgares y aburridas, ante los pequeños burgueses. En mediocre compañía se sentía solo , oprimido, se volvía taciturno o mostraba mal humor cuando se acercaban a él como a un hombre próximo a ser una celebridad.
Nada tiene de extraordinario si en alguna ocasión se agarraba una curda y lanzaba violentas diatribas contra su estúpido entorno, de tal suerte que la gente  se alejaba de él atemorizada"

Y según los recuerdos de un compañero del Konvikt, George Franz Eckel:

"Ya siendo niño y adolescente, Schubert vivía una vida interior  y espiritual, que raramente se exteriorizaba por palabras, pero que se expresaba casi exclusivamente por la música. Era lacónico y poco comunicativo, excepto a propósito de los temas que atañían a lo divino, a los que consagraba la totalidad de su breve existencia y en los que era un elegido".



Vogl, cantante y amigo de Franz, habla del estado en que componía:

 " Hay dos maneras de componer: una que, como en Schubert, lo hace en un estado de videncia o de sonambulismo, sin intervención del arbitrio del compositor, solamente siguiendo la fuerza mayor de su inspiración. La otra forma está hecha de libre albedrío, de reflexión, de esfuerzo y de ciencia".

Vogl estaba persuadido de que Schubert, cuando componía, estaba casi siempre en estado de sonambulismo. 

"Vogl admiraba con una especie de fervor religioso, el espíritu armónico de Schubert, su sensibilidad profunda y la fuerza de su música. Veía a Schubert a través del aspecto de un hombre que, desde la primera mirada, parece envuelto en una vaga fuerza invisible y sin fin, que observa todo como a través de un velo, o que difícilmente llega a entregarse a un lenguaje normal.

"Mirad-proclamaba Vogl a media voz con su  habitual seguridad, con una mirada de soslayo hacia Schubert que ajeno a todo estaba absorto y como perdido- :¡este hombre no aparenta nada de lo que existe en lo más profundo de él! ¡Es un oleaje inagotable!" (Steinbüchel)





"Mis producciones  son el fruto de mis conocimientos  musicales y de mi dolor. Aquellas que ha engendrado el dolor son las que gustan al mundo" apunta en su diario en 1824

Estas frases del compositor nos trajo el recuerdo de Joseph Campbel, en concreto de su libro el poder del mito: 

"Cuanto más ardua  o amenazante sea la situación o el contexto a asimilar y afirmar, mayor la estatura de la persona que pueda lograrlo. El demonio que puedas incorporar te da su poder, y cuanto mayor sea el dolor de la vida, mayor será la respuesta de la vida" (Joseph  Campbell, El Poder del Mito)


Volvamos a las palabras del propio Franz Schubert.


"Qué hermoso debe ser para un artista ver a todos sus alumnos reunidos a su alrededor y escuchar esas composiciones de índole tan natural, cantando con toda su fuerza expresiva, desprovista de esa extravagancia que es habitual en nuestros días entre la mayor parte de los compositores. Esta extravagancia que alía y mezcla lo trágico con lo cómico, lo agradable con lo repugnante, lo heroico con lo lacrimógeno, lo sagrado con las bufonadas; esta extravagancia lo sumerge al hombre en la locura en lugar de hacerlo fundirse en el amor, porque no sabe distinguir, que le excita  a la risa en lugar de elevarse hacia Dios..."


"El dolor agudiza la inteligencia y fortalece los sentimientos, mientras que al contrario la alegría raramente mejora aquella y reblandece y vuelve frívolos éstos.
Desde lo más profundo de mi corazón aborrezco este espíritu superficial que hace creer a tantos miserables que sólo es válido lo que ellos hacen, y el resto es nada. Una belleza debe inspirar al hombre durante toda su vida, es cierto; sin embargo, los rayos de ese entusiasmo deben iluminar al resto de los hombres". Apunta en su diario. 




¡Oh imaginación! ¡El más importante tesoro del hombre, fuente inagotable de la que viven tanto el artista como el sabio. ¡No te apartes de nuestro lado aunque no seas apreciada y venerada más que por un escaso número...!"


Obra de Asher Brown Durand

Y aun resuenan en nosotros, las sabias palabras de Campbell: 

"El verdadero artista es el que ha aprendido a reconocer y transmitir lo que Joyce llamó el "resplandor" de todas las cosas, que es algo así como una epifanía o aparición súbita de su verdad" (Joseph  Campbell, El Poder del Mito)



El verdadero artista transmite y es el emisario de ese resplandor, esa luz de la vida, pero también está en contacto muy estrecho con su antagónica e inseparable compañera: la muerte y la fatalidad. 

Al respecto dice Brigitte Massin: 

"Pero Schubert no sería verdaderamente el mismo si no abriese paso su atracción hacia la muerte, que es tan esencial en su comportamiento vital y en su creación:

"Si pudiera admirar tan sólo una vez estas divinas montañas y estos lagos cuyo espectáculo amenaza con aplastarnos o con engullirnos, no tendría tanto apego a la despreciable vida humana; y consideraría una gran fortuna el poder confiar en la fuerza misma de la tierra para alcanzar una vida mejor"




En una carta a su hermano Ferdinand: 

" Creemos que un lugar en el que antaño fuimos felices nos traerá la felicidad, pero ésta se encuentra en nosotros mismos"


Le escribe Schubert a su amigo Schober: 

" He oído decir que no eres feliz, ¿se te pasará durmiendo la borrachera de tu desesperación? Aunque esto me causa  una gran pena no me sorprende demasiado porque este es el destino de todo hombre inteligente en este miserable mundo. ¿Y por qué tenemos que comenzar por la felicidad si la desgracia es el único estímulo que nos queda?
¿Quién puede devolverme tan sólo una hora de los tiempos felices? Tiempos en los que estábamos juntos y cuando uno mostraba a los otros con maternal timidez el hijo de su arte, esperando no sin cierta  aprensión, sus juicios afectuosos y sinceros, tiempos en los que exaltándonos los unos a los otros , una misma aspiración hacia la belleza nos animaba a todos...".

Así describe Schubert las schubertiades (reuniones de amigos artistas que giraban en torno al compositor) donde primaban la amistad, el arte, la belleza y la sinceridad .


"Sólo a ti arte sagrado, se te ha concedido
Describir con tus imágenes una época de acción y vigor
Para calmar un poco el gran dolor
Que nos enfrenta con el destino" 

(Ultima estrofa del poema de título Lamento al pueblo escrito por Franz Schubert)


"Se dice que la música de Schubert es agradable, complaciente, sentimental y de bondad íntegra, una concepción que proviene de una época en la que se abusaba de sus melodías en operetas. Schubert puede ser todo eso, sin duda, aunque yo no veo sentimentalidad  salvo en raras ocasiones. La diversidad de caracteres  mucho más esenciales  que tiene a disposición es inmensa. Como todos los compositores verdaderamente grandes, Schubert no se deja encasillar en sólo un carácter.  Basta ver el uso  que hace de los signos dinámicos  para entender el alcance de su fuerza expresiva, que no refleja en absoluto  al lírico blando..." Alfred Brendel 


Alfred Brendel interpretando las Sonatas para piano D958, D959, D960






"Schubert tenia poca técnica, Vogl tenía poca voz, pero ambos tenían tanta fuerza y tanto sentimiento (...) Nos olvidábamos del canto y del teclado, era como si la música  no necesitara ningún sostén material, como si las melodías, semejantes a visiones, se descubrieran a los oídos hiperespiritualizados.
No me atrevo a hablar de mi emoción  y de mi entusiasmo, pero mi maestro, que tenía tras de sí más de medio siglo de música, estaba tan profundamente conmovido que las lágrimas perlaban sus mejillas" (Recuerdos de Hiller, alumno de Hummel)

Schubert y amigos en Grinzing, por Moritz Von Schwind




"La música, tan rica en su entendimiento de la emoción, emite mensajes profundamente contradictorios. Schubert escribió realmente melodías de una belleza sin afectación, de una inocencia infantil. También fue capaz de una violencia rítmica y armónica que no se vería igualada hasta Wagner. Y podía expresar toda la gama de emoción como un único y ambiguo acorde que disuelve las diferencias entre angustia y dicha.
¿Cómo era Schubert? Es seguro aventurar unas pocas conjeturas. Era cordial, hasta cierto punto; grosero, cuando se lo presionaba; muy tímido o muy arrogante, o probablemente las dos cosas al mismo tiempo. Era descomunalmente ambicioso. Hizo de la música una carrera y una religión; era un lector voraz que ponía a prueba constantemente las aptitudes musicales de los textos. No podía postrarse ante potenciales patronos. Sus horas de ocio dominadas por la bebida, carecía de rumbo. Forjó amistades intensas con hombres; adoraba a las mujeres pero a la distancia,. Teorizó sobre el amor más que vivirlo. Era proclive tanto a la euforia como a una melancolía paralizante, pero se tranquilizaba con el trabajo. Fue más un observador de la vida que un participante en ella.: tenía poco tiempo para todo aquello que no guardara relación con su arte. No existían límites de ningún tipo para su imaginación musical". (Alex Ross, Escucha esto)

Fantasía para piano en do mayor (D.760)
"Fantasía Wanderer"





Sobre esta pieza Schumann comentaba: 

"Schubert querría abarcar aquí  una orquesta entera entre sus manos, y el comienzo entusiasta es un himno seráfico de alabanza a Dios, el adagio es una suave reflexión sobre la vida a la que quita su máscara , a continuación irrumpe en fuga un canto sobre la inmensidad del hombre y de la música".

Alfred Brendel, a propósito de la misma pieza, comenta:

"En la fantasía Wanderer el piano se transforma de una manera tan consecuente en una orquesta como no se había visto hasta entonces. No sólo se sugieren los timbres individuales de los instrumentos de la orquesta, sino también la violencia del tutti".




"Curiosamente en las dos acuarelas de Kupelwieser, se ve a Schubert al margen del grupo: en segundo plano y charlando con Kupelwieser en la excursión campestre; en primer plano, pero solo, en la charada. Está entre los suyos pero en cierto modo se encuentra ausente. Lo mismo que no participa nunca en los bailes de sus amigos, aparece aquí como refugiado tras el teclado, separado simbólicamente del mundo exterior, resguardado en el único terreno que reconoce como totalmente suyo: la música. Pero aunque él no baila, no por ello deja de nutrir los juegos de los demás".


Las llamadas "schubertiades" fueron reuniones de un grupo de varios amigos artistas, donde la persona del compositor que da nombre a las reuniones era el alma por la relevancia de sus obras musicales.

"Vivía sólo para el arte  y dentro de un pequeño círculo de amigos" Escribió un diario a los pocos días de su muerte (27 de diciembre de 1828)


"Una de las características de las schubertiades fue siempre el extraordinario interés que provocaba  la persona de Schubert sobre tantos jóvenes entusiastas muchas veces alejados en el espacio, pero siempre próximos por el corazón. En Graz, en Linz, en otros muchos lugares , pequeños grupos amistosos vibraban con la música de Schubert.

Gracias a esto el nombre de Schubert resurge un día de las tinieblas para brillar con luz nueva en el mundo de la música. Es necesario para ello que Robert Schumann llegue a Viena, busque a Fernando Schubert para inquirir sobre su hermano, le empuje a escribir sus memorias y descubra en su casa el manuscrito de la gran Sinfonía en do al mismo tiempo que otros manuscritos inéditos" (B. Massin)




"Schubert encontró su personalidad musical madura a la edad de diecisiete años. Su innovación más celebrada fue la canción "Gretchen am Spinnrade" ("Margarita en la rueca")  a partir de un poema del Faust de Goethe. El repetitivo y propulsivo acompañamiento pianístico, una arquetípica proeza de pintura sonora, retrata el girar mecánico de la rueca de Gretchen mientras canta su pasión  rebosante de agitación" (Alex Ross, Escucha esto)





"Nachtgesang" ("Canto nocturno"), una segunda canción importante inspirada  en un poema de Goethe , revela la capacidad de Schubert para reflexionar sobre sencillas armonías y transformarlas en objetos pictóricos. Las canciones dominaron este período pero también trajo consigo su primera obra instrumental característica: el cuarteto de cuerda en Si bemol mayor, con su reveladora fusión de una melodía enternecedora y una armonía errante. (Alex Ross, Escucha esto)


El ciclo de lieder La bella Molinera, sobre poemas de Wilhelm Müller es una obra preciosa, llena de imágenes de una naturaleza viva y palpitante, cuenta una historia donde la sensibilidad del compositor la ensalza en una obra sublime y de gran belleza poética. En este vídeo gracias a la labor del canal de Youtube "El maestro de Bonn" podemos disfrutar leyendo el texto del poema traducido al español.





Winterreise o Viaje de invierno, fue una de las últimas obras que compuso Schubert en su último año de vida, obra con la cual se sintió muy reflejado. 

"Lieder como el viaje de invierno, verdadera confesión musical, han sido bautizados con la sangre de un auténtico y profundo sufrimiento", palabras de su amigo Bauernfeld.
También otro gran amigo, Spaun, se expresa sobre el Viaje de invierno:

"No hay lieder alemanes más bellos  y fueron en cierta manera el canto del cisne del compositor. A partir de ese momento, su salud se deterioró. Aquel que le haya sorprendido componiendo  de madrugada, todo agitado y con la mirada encendida, con la apariencia de un sonámbulo, no podrá olvidar jamás la impresión recibida (¿y quién habría podido escribir estos lieder sin sentirse conmocionado en lo más profundo?) Por la tarde podría ser otro muy distinto, tierno y profundo, él era así; prefería no manifestar sus sentimientos y guardarlos para sí mismo. 
No tengo ninguna duda de que el estado febril con que compuso sus más bellos lieder, y en particular el Viaje de invierno, contribuyó a precipitar su fin".

Algunos críticos de la época opinaron sobre esta obra:

"El alma de Schubert posee un dinamismo tan vivo que arrastra todo lo que le rodea, y conduce a través de la inmensa profundidad de los corazones humanos hacia lejanos confines, allí donde en la rosada luz del crepúsculo, surge el presentimiento del infinito, allí donde se experimenta también la dicha estremecida  de un inexplicable  sentimiento hecho de un dulce dolor  y que aleja la frontera del espíritu humano".



"Un joven ha sido rechazado por su amada pasea por las afueras y por el pueblo en el que ella vive, disolviéndose aparentemente durante el proceso en una no existencia. Los pies se hunden en la nieve, el hielo se resquebraja en un río, suena una trompa de postillón, una hoja cae revoloteando de un árbol, un cuervo traza círculos en el aire, los perros ladran, las nubes surcan el cielo y en el epílogo de Der Leiermann (el zanfonista) aparece un viejo zanfonista, que toca una melodía para nadie. Todos estos sonidos se oyen en la escritura pianística de Schubert en un grado misterioso y perturbador, hasta el rechinar de las cadenas que sujetan a los perros que ladran. Pero hay algo de abstracto en este viaje sin rumbo, que no deja de dar vueltas en torno a los mismos lugares y los mismos motivos , y con el ritmo del paseo resurgiendo una y otra vez. Al final el joven parece haberse fundido con la figura del zanfonista". (Alex Ross, Escucha esto).




A propósito de la belleza: 

¿La Belleza es intencionada? ¿O es algo que surge de la expresión natural de un hermoso espíritu? ¿Es intencional la belleza del canto de un pájaro? ¿O es sólo la expresión del pájaro, la belleza del espíritu del pájaro? Cuando una araña hace una tela hermosa, la belleza viene de la naturaleza de la araña. Es belleza instintiva. ¿Cuánta de la belleza de nuestras propias vidas proviene de la belleza de estar con vida? ¿Cuánta es consciente e intencional? (Joseph  Campbell, El Poder del Mito)

Cuarteto de cuerdas No.14 Re menor "La muerte y la doncella"





Hace unas semanas descubrimos por casualidad la obra de teatro "Sinfonía inacabada" del escritor Alejandro Casona. 
"Sinfonía Inacabada" trata sobre Schubert y algunos de sus amigos artistas como Mayerhofer. Algunos acontecimientos son producto de la imaginación del autor, aunque se base en la vida de Schubert y acontecimientos históricos de Viena. Excelentes actuaciones, con la sensibilidad propia y creativos diálogos característicos de todas las obras de Casona. Llevada aquí al cine por Radio Televisión Española.




Para escuchar comparto un programa muy recomendado llamado "Música y Significado", de Luis Ángel de Benito hablando sobre el trío de Schubert Op. 100. 

En palabras del conductor del programa:

  "El Trío no es todo gris y otoñal. El primer movimiento tiene un tema afirmativo, otro que es como una endecha infantil, y llega a evocar su famoso Ave María. El segundo es el famoso, que además está inspirado en una canción del sueco Isaac Berg ("Ver el sol descender") y que ciertamente tiene ese efecto de ver el sol crepuscular. El tercero se basa en un vals ligero, campesino. Y el cuarto es ¡invencible!, el triunfo del típico "tra-la-rá" schubertiano, el arte de preservar la inocencia después de que te haya aplastado un ciclón. El triunfo del "abrazo schubertiano". 

Aquí en el siguiente enlace, os dejo con el programa completo: 


En el siguiente programa de Música y Significado, Luis Ángel de Benito analiza algunas obras de Schubert de aspecto oscuro  y trágico.







Documental muy interesante sobre la vida obra del compositor




Todo lied de Schubert es la expresión de una experiencia íntima: es una aventura de liberación del corazón y de la imaginación.

"No hay nadie aquí que sienta el verdadero arte, tal vez en alguna ocasión , la condesa. Estoy, pues completamente solo con mi amada (la música) y tengo que esconderla en mi habitación, en mi piano y en mi corazón. Aunque esto a veces me entristece, por otro lado hace que me supere". (Schubert, a su amigo Schober mientras estuvo en Hungría).





"La dificultad de existir de Schubert no se sitúa solamente a nivel de darse a conocer (tendrá siempre horror a presentarse en público), sino más rotundamente a nivel de reconocerse a sí mismo el derecho a existir como creador. Necesitará mucho tiempo para alcanzar ese privilegio. Al término de su vida el compositor, en su delirio, parece querer resumir en su grito las dolorosas crisis de identidad atravesadas. "¿No tengo yo también derecho a un lugar sobre la superficie de la tierra?".
El alejamiento de los amigos ante la producción schubertiana del último año es un símbolo cruel; encuentra su respuesta en la dedicatoria de su último trío: "A nadie excepto a los que pueda complacer". Jamás nadie, ni siquiera Mozart ni Beethoven, osaron poner tanto orgullo en una dedicatoria. Es tal vez porque en la andadura de Schubert, desprovista de agresividad, se apoya sobre la simple constatación  de una realidad invariable unida a una inflexible tenacidad; nada ni nadie le hará desviarse de su camino.
Así es como Schubert llega a ser históricamente el primer músico en tener por única función  la de ser compositor, no siendo virtuoso ni estando al servicio de nadie; es el único en haber dado ejemplo del más raro coraje-vivido por él con una modestia sin igual-: el de crear sin saber si alguien lo escuchará jamás". Brigitte Massin.


Con Beethoven se inició la era del músico artista libre, que componía ya no tanto por encargo sino porque su arte manaba de una fluidez natural. Sus obras, que iban a dejar huella sobre todo para el futuro, sin conocer el mismo autor a quiénes irían destinadas y cómo serían acogidas. 
Schubert -gran admirador de Beethoven -fue uno de los treinta y seis que rodearon el féretro de Beethoven hasta el cementerio. Un año más tarde lo seguiría él, a la temprana edad de 31 años.



Cuando Schubert ya estaba gravemente enfermo postrado en cama, deseaba escuchar el cuarteto de cuerdas en do sostenido menor Op.131 de Beethoven. Así cuenta el suceso uno de los amigo presentes, Ludwig Nohl:

"Schubert se excitó y se entusiasmó tanto, quedó tan agotado que todos temieron por él. Cinco días más tarde Schubert había muerto. 
El cuarteto en do sostenido menor fue la última música que escuchó. ¡El rey de la armonía tendió amistosamente su mano al rey del lied para su último viaje!"

Uno de los músicos de aquella velada fue el segundo violín Karl Holz, quien había sido íntimo amigo de Beethoven. El cuarteto en do sostenido menor no había conocido todavía ninguna interpretación pública en Viena. 

Su último deseo fue ser enterrado en el cementerio donde descansa Beethoven, Währing, en Viena.

Así lo cuenta su hermano Fernando:

"La tarde que precedió a su muerte me dijo en un estado de semiinconsciencia: "Te ruego encarecidamente que me lleves a mi habitación y no me dejes en este agujero bajo tierra. ¿Es que no merezco un lugar en la superficie de la tierra?". Le respondí "Querido Franz, cálmate, confía en tu hermano al que siempre has creído y te ama tanto. Estás en tu habitación, en la que siempre has estado, descansas en tu cama". Y Franz dijo: "No, no es verdad, Beethoven no descansa aquí".

"¿Es que no merezco un lugar sobre la tierra?"

La interrogación angustiada de toda una vida es válida hasta el umbral de la muerte. Y ésta la vive en dependencia y conexión con Beethoven" (B. Massin).


Tumbas de Beethoven (Izquierda), Mozart (Centro) y Schubert (Derecha)

Tumbas donde descansan Beethoven (Izquierda), Mozart (centro) y Schubert (derecha)
   Nota: la tumba de Mozart es simbólica ya que cuando murió su cuerpo fue depositado en una fosa común, sus restos no fueron encontrados.


Compartimos un manuscrito original de Schubert: 



Y para finalizar el artículo, imaginémonos al joven Franz, reunido con sus amigos -su más querido público- sentado al piano, acompañando a un hombre entrado en años, de voz profunda y rasgada. Ambos interpretan un hermoso lied, profundo y triste como pueden llegar a ser ciertas facetas de la vida. Mirad en el fondo de la pequeña sala a Hummel con más de cincuenta años de profesión, uno de los más famosos pianistas de la época, llorando en silencio totalmente emocionado. 

Así es la obra de Schubert, una mirada humilde desde el corazón hacia la propia vida con todas sus realidades.¡¡Gracias Franz!!



"Casi podría olvidarse la grandeza de tu maestría ante el hechizo de tu espíritu". F. Liszt, sobre Schubert.




Hermann Prey, Im Abendrot


Im Abendrot (En el atardecer)

"Oh, cuan hermoso es tu mundo
Padre, cuando resplandece con rayos dorados
Cuando tu mirada desciende
Y tiñe el polvo de un brillo reluciente
Cuando el rojo que refulge entre las nubes
Roza mi ventana silenciosa

¿Cómo puedo quejarme, cómo puedo tener miedo?
¿Cómo puede haber enemistad entre nosotros?
No, llevaré en mi pecho
Tu Cielo para siempre
Y este corazón, antes de detenerse 
beberá del brillo y de la luz".